martes, 14 de abril de 2009

Trabajadores informales exigen seguridad social

Desde que Venezuela, otrora país lleno de riquezas, experimenta serios cambios en su economía, conseguir trabajo se ha convertido en una de las principales angustias que a diario vive su población.

El viernes negro, que marcó a la nación con una devaluación de su moneda respecto al dólar, y el tristemente recordado Caracazo de 1989, son hechos que, sin temor a equivocarse, se puede decir que mostraron las necesidades alimentarias y de seguridad social de los venezolanos.

De esos acontecimientos puntuales se generó la irrupción de la economía informal, cuyos protagonistas laboran día tras otro, en las calles del país, como en las de la Primogénita del Continente.

Rafael Quiroz, taxista desde hace 20 años, asevera que si bien este oficio le permite el ingreso diario de un promedio de Bs.F 250 diarios, también es cierto que son consumidos por la inflación que "azota al país".

Reiteró que semanalmente lo que gana supera el monto contemplado en la ley como salario mínimo, pero no disfruta de "beneficios como seguro o vacaciones", que sí reciben los empleados públicos o privados.

Un testimonio similar lo ofreció Petra Salazar, quien desde niña se dedica a la venta de ropa en la avenida Bermúdez. Aunque afirmó que, el compartir diariamente con la gente es una experiencia agradable, anhela "una profesión que implique menos exposición a los peligros de la calle" y más respeto por parte de la población.

Relató que cuando llueve se ve forzada a recoger "rápidamente la mercancía, ya que se puede dañar con el agua".

Julio Rivas, vendedor de perro caliente en el centro, puntualizó que no tener beneficios implica no contar con respaldos para optar a la jubilación.

Modo de vida
Según el último reporte sobre Situación de la Fuerza de Trabajo en Venezuela, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística en diciembre 2008, más de 12.041.709 personas están ocupadas en algún oficio en el país.

De ese total de trabajadores, sólo 6.775.185 ejercen actividades dentro de los parámetros de la economía formal, mientras que 5.266.524 se dedican al comercio informal.

Estas cifras revelan que, en tiempos de crisis financiera mundial, los empleos independientes son la primera opción de trabajo, no sólo para personas de escasos recursos, sino también para profesionales universitarios desempleados.

Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en una información publicada por El Tiempo el 3 del mes en curso, vaticinó que el desempleo en 2009 se ubicará en 9% en los países latinoamericanos. Por esta razón se presume que subirá el volumen de empleados en la informalidad.

Posibilidad
Las peticiones de buhoneros, vendedores ambulantes de comida, carpinteros y otros representantes de estas actividades, podrían tener eco si el gobierno nacional retoma la intención de otorgar beneficios sociales a individuos que ejercen funciones fuera de instituciones de los sectores público y privado.

Esta propuesta estuvo incluida entre los 68 artículos que constituyeron la Reforma Constitucional sometida a consulta popular y rechazada por la mayoría de los votos en el mes de diciembre del año 2007.

Conceptos de estadística
Sector Informal: Son aquellas personas de 15 años o más que se dedican a laborar en empresas de menos de cinco personas (incluyendo al patrono), trabajadores por cuenta propia no profesionales, servicio doméstico, vendedores, comerciantes, artesanos, conductores, pintores, carpinteros, buhoneros y ayudantes familiares no remunerados que trabajan 15 horas o más semanalmente.

En Venezuela, 43,7% de los individuos trabajan en actividades que forman parte de esta modalidad de empleo, la cual surge como alternativa ante la carencia de fuentes de empleo formales en el país.

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