Redacción El Sol de México
Ciudad de México.- El problema mayúsculo de nuestro país en este momento es que a los 27 millones de mexicanos que ya se ubican en la actividad informal se le podrían sumar otros 4.8 millones, debido a que existe la posibilidad de que 30 por ciento de los 16 millones de empleados formales pasen a las filas de la irregularidad cada año, dijo a El Sol de México, Eduardo Oreggía, director del Doctorado en Administración Pública del Tecnológico de Monterrey.
Con base en investigaciones tanto nacionales como del Banco Mundial y la OCDE, se confirma que las políticas implementadas por el Gobierno federal incrementan la informalidad -agregó el especialista- "por un sistema fiscal muy complejo, costoso, ineficiente e inequitativo, un sistema laboral que otorga enormes subsidios sólo al trabajo formal, lo que lo hace gravoso, un sistema de seguridad social que sólo atiende a quienes tienen un empleo y un sistema educativo de baja calidad que provoca baja productividad."
El mercado laboral mexicano está caracterizado por una desvinculación muy fuerte del trabajo formal; de los que están ocupados, que son 43 millones, 63 por ciento, es decir 27 millones, no tiene acceso a la seguridad social, por tanto, es improbable que se beneficien con las medidas gubernamentales de protección al empleo.
Y hay un problema mayor, comenta Oreggía, que es "la coordinación en cuanto a las políticas gubernamentales en términos laborales y dependen mucho de la voluntad política, porque tiene que coordinarlas. Tenemos por un lado una política laboral que está lejos de aplicarse en forma efectiva".
Un segundo ámbito es el sistema fiscal complejo y muy costoso ¿Qué es lo que hace? Fomenta la informalidad. Y en este aspecto ya hay reportes del Banco Mundial y de la OCDE que señalan precisamente que por esa complejidad se están incrementando las cifras de trabajo informal.
Por el otro lado, señaló el doctor Oreggía, el sistema de protección social también está fomentando la informalidad. "Ya hay hipótesis de que si la estaría fomentando con medidas por ejemplo, como el seguro del desempleo. Quienes están en trabajos formales acaban recibiendo subsidios mayores, tenemos ahí que el sistema de seguridad social abre las disparidades y acentúa la desigualdad".
"Estos 27 millones de mexicanos no reciben los beneficios de las medidas contracíclicas tomadas por el Gobierno federal porque están desligados de regulaciones laborales, no pueden recibir beneficios de algo que entra a través, obviamente, de los trabajos formales y estos trabajos formales vendrían a ser como 16 millones, los otros 27 millones son los más necesitados, casualmente están asociados claro, con los ingresos más bajos ".
"El problema aquí es que tenemos un sistema de seguridad social muy fragmentado que, obviamente, está ligado a que a fuerzas tengas un trabajo formal para tener acceso a estos beneficios, a estos servicios. En cuestión de protección del empleo los programas o las políticas que se han implementado son muy tibias, en el sentido de que la mayor parte de los beneficios se van, se canalizan al través de trabajos formales".
"Los sistemas fiscal, laboral, de seguridad social y educativo son ámbitos que tienen que alinear sus objetivos y sus incentivos, con lo que se aumentarán una serie de barreras, la eficiencia y la productividad laboral y esto aumenta la protección social, la cobertura y van a reducir la ineficiencia del gasto público".
El especialista agregó que "los cuatro sistemas, al estar mejor focalizados darían una serie de ventajas muy grandes para todos en términos de bienestar", pero, se quejó el entrevistado,"pues no las hacen, simplemente por conservar cotos políticos de poder, entonces realmente si los políticos, quienes tomas decisiones, al menos tuvieran un poco más de inteligencia propugnarían por este tipo de reformas".
El sistema fiscal se ha hecho bastante complejo, las regulaciones son muy costosas y el tercer ámbito es que la gente no percibe que sus impuestos se estén utilizando de forma que beneficie a todos y se preguntan ¿para qué voy a pagar impuestos?".
Cuestionado sobre el aumento de la evasión fiscal y la ineficiencia del sistema tributario, Eduardo Oreggía comentó que: si lo vemos en términos de la informalidad, está aumentó a partir de 1995 y no ha bajado, no podemos hablar de una mejora en términos de reducir la evasión fiscal y no puede haber reforzamiento más completo de las regulaciones si primero no las modificas. A principios de los 90 la informalidad andaba por ahí de 48 o 50 por ciento, luego aumentó a 60 por ciento por la crisis del 95, y de ahí ha andado estable de 63 a 65 por ciento, no ha bajado, así que en esa misma relación ha aumentado la evasión fiscal.
Ciudad de México.- El problema mayúsculo de nuestro país en este momento es que a los 27 millones de mexicanos que ya se ubican en la actividad informal se le podrían sumar otros 4.8 millones, debido a que existe la posibilidad de que 30 por ciento de los 16 millones de empleados formales pasen a las filas de la irregularidad cada año, dijo a El Sol de México, Eduardo Oreggía, director del Doctorado en Administración Pública del Tecnológico de Monterrey.
Con base en investigaciones tanto nacionales como del Banco Mundial y la OCDE, se confirma que las políticas implementadas por el Gobierno federal incrementan la informalidad -agregó el especialista- "por un sistema fiscal muy complejo, costoso, ineficiente e inequitativo, un sistema laboral que otorga enormes subsidios sólo al trabajo formal, lo que lo hace gravoso, un sistema de seguridad social que sólo atiende a quienes tienen un empleo y un sistema educativo de baja calidad que provoca baja productividad."
El mercado laboral mexicano está caracterizado por una desvinculación muy fuerte del trabajo formal; de los que están ocupados, que son 43 millones, 63 por ciento, es decir 27 millones, no tiene acceso a la seguridad social, por tanto, es improbable que se beneficien con las medidas gubernamentales de protección al empleo.
Y hay un problema mayor, comenta Oreggía, que es "la coordinación en cuanto a las políticas gubernamentales en términos laborales y dependen mucho de la voluntad política, porque tiene que coordinarlas. Tenemos por un lado una política laboral que está lejos de aplicarse en forma efectiva".
Un segundo ámbito es el sistema fiscal complejo y muy costoso ¿Qué es lo que hace? Fomenta la informalidad. Y en este aspecto ya hay reportes del Banco Mundial y de la OCDE que señalan precisamente que por esa complejidad se están incrementando las cifras de trabajo informal.
Por el otro lado, señaló el doctor Oreggía, el sistema de protección social también está fomentando la informalidad. "Ya hay hipótesis de que si la estaría fomentando con medidas por ejemplo, como el seguro del desempleo. Quienes están en trabajos formales acaban recibiendo subsidios mayores, tenemos ahí que el sistema de seguridad social abre las disparidades y acentúa la desigualdad".
"Estos 27 millones de mexicanos no reciben los beneficios de las medidas contracíclicas tomadas por el Gobierno federal porque están desligados de regulaciones laborales, no pueden recibir beneficios de algo que entra a través, obviamente, de los trabajos formales y estos trabajos formales vendrían a ser como 16 millones, los otros 27 millones son los más necesitados, casualmente están asociados claro, con los ingresos más bajos ".
"El problema aquí es que tenemos un sistema de seguridad social muy fragmentado que, obviamente, está ligado a que a fuerzas tengas un trabajo formal para tener acceso a estos beneficios, a estos servicios. En cuestión de protección del empleo los programas o las políticas que se han implementado son muy tibias, en el sentido de que la mayor parte de los beneficios se van, se canalizan al través de trabajos formales".
"Los sistemas fiscal, laboral, de seguridad social y educativo son ámbitos que tienen que alinear sus objetivos y sus incentivos, con lo que se aumentarán una serie de barreras, la eficiencia y la productividad laboral y esto aumenta la protección social, la cobertura y van a reducir la ineficiencia del gasto público".
El especialista agregó que "los cuatro sistemas, al estar mejor focalizados darían una serie de ventajas muy grandes para todos en términos de bienestar", pero, se quejó el entrevistado,"pues no las hacen, simplemente por conservar cotos políticos de poder, entonces realmente si los políticos, quienes tomas decisiones, al menos tuvieran un poco más de inteligencia propugnarían por este tipo de reformas".
El sistema fiscal se ha hecho bastante complejo, las regulaciones son muy costosas y el tercer ámbito es que la gente no percibe que sus impuestos se estén utilizando de forma que beneficie a todos y se preguntan ¿para qué voy a pagar impuestos?".
Cuestionado sobre el aumento de la evasión fiscal y la ineficiencia del sistema tributario, Eduardo Oreggía comentó que: si lo vemos en términos de la informalidad, está aumentó a partir de 1995 y no ha bajado, no podemos hablar de una mejora en términos de reducir la evasión fiscal y no puede haber reforzamiento más completo de las regulaciones si primero no las modificas. A principios de los 90 la informalidad andaba por ahí de 48 o 50 por ciento, luego aumentó a 60 por ciento por la crisis del 95, y de ahí ha andado estable de 63 a 65 por ciento, no ha bajado, así que en esa misma relación ha aumentado la evasión fiscal.
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